Un ecosistema de innovación es más complejo que el modelo de triple hélice, y para que sea posible se deben de generar esquemas organizacionales y de gobernanza adecuados que fomenten la trandisciplinariedad, señaló el Vicerrector Ejecutivo de la Universidad de Guadalajara (UdeG), doctor Carlos Iván Moreno Arellano, en la conferencia “Las universidades en los ecosistemas de innovación”, durante el cuarto encuentro “Innovar para Educar 2019”.
“Si solamente conviven contadores con contadores o abogados con abogados, o administradores con estudiantes de turismo, no va a pasar mucho. Pero si interactúan bioquímicos con abogados o nanotecnólogos, disciplinas diametralmente opuestas, es ahí, en esa intersección, donde se ve la innovación. En la Universidad de Guadalajara eso se da cada vez más, en los campos regionales sobre todo, pero también en los temáticos”, reflexionó Moreno Arellano.
El cuarto encuentro “Innovar para Educar 2019”, que organiza la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y UdeG, tiene como objetivo principal promover y fomentar el espíritu emprendedor en los jóvenes; que impulse sus proyectos de vida y su vinculación con el mundo académico y empresarial; y crear un espacio para la reflexión sobre el emprendimiento en esta nueva era.
Moreno Arellano especificó que el término “ecosistema de innovación” sustituye a otros términos que han caído en desuso, como “triple y cuádruple hélice” o “turbinas de competitividad”. James F. Moore fue el pionero que utilizó este término, tomado de las ciencias naturales, para definirlo como “Comunidad económica con cimientos en interacción de organizaciones e individuos”.
“Estos ecosistemas funcionan gracias a la intersección de economía del conocimiento y la economía comercial. El reto es que estas economías, que tienen lógicas o incentivos objetivos distintos, se intersecten de manera eficiente”, explicó.
Los elementos de un ecosistema de innovación son: leyes y regulaciones fiscales que promuevan la vinculación intersectorial; apoyo de distintos niveles de gobierno; esquemas flexibles de gestión y coordinación, basados en la confianza entre instituciones y actores; la existencia de mecanismos institucionales o administrativos, y división clara de las funciones y responsabilidades de los actores.
“Si uno falla, no se da el ecosistema de innovación”, enfatizó el Vicerrector Ejecutivo.
Explicó que se debe impulsar una cultura en la que el fracaso no sea penalizado, y que no toda innovación debe ser disruptiva como se ha hecho creer; por eso, Moreno Arellano, dijo, cree más en el término “innovación sistemática incremental”.
“No toda disrupción genera valor, ni toda innovación debe ser disrruptiva. Es más, 90 por ciento de las innovaciones que generan valor son incrementales y diez por ciento genera una disrupción con valor. No todos tenemos esa capacidad, o ese conocimiento para ser Steve Jobs o Mark Zuckerberg. Pero sí para ser innovadores institucionales, emprendedores institucionales e incrementales. Es decir: generar valor en alguna organización, en gobierno, etcétera”, apuntó.
El cuarto encuentro “Innovar para Educar 2019” comenzó el pasado 6 de febrero y concluyó este 8 de febrero en el CUCEA.
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 8 de febrero de 2019
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Abraham Aréchiga
Interacción entre disciplinas, clave para la innovación: Carlos Iván Moreno Arellano
El Vicerrector Ejecutivo de la UdeG ofreció una conferencia en el cuarto encuentro “Innovar para Educar 2019”, en el CUCEA