El fundador del sistema operativo GNU y del movimiento a favor del Software libre dictó una conferencia sobre inseguridad digital, donde sobraron los protocolos
Richard Stallman promovió en Guadalajara el uso del software libre, que no es lo mismo que software de código abierto, como vía para escapar al yugo y la vigilancia que corporaciones y Estados ejercen sobre la sociedad actual a través del software “privativo”.
La sola presencia de Stallman, en Guadalajara, un gurú sexagenario de cabello largo y entrecano, ataviado con una camisa impresa con motivos autóctonos, atrajo a un nutrido grupo de jóvenes universitarios que llenaron el paraninfo Enrique Díaz de León, de la Universidad de Guadalajara, ayer en la tarde-noche.
Se trató de una conferencia sui generis desde su inicio: Stallman dejó el calzado al lado de una silla y se dirigió en calcetines hacia el micrófono y su computadora portátil. Desde ahí arengó a los jóvenes, primero, a que fueran de regreso al lobby y recogieran calcomanías a favor del movimiento del software libre; después, a que no subiesen ninguna de las imágenes ahí capturadas a facebook, instagram o twitter, dado que todas ellas incurren en robo de datos y vigilancia cibernética, aseguró.
“Facebook no tiene usuarios, sino abusados”, dijo Stallman, quien ofreció toda su conferencia en español. Pidió que sus imágenes no fueran compartidas en plataformas privativas; asimismo, instó a los jóvenes a compartir sus videograbaciones sólo en plataformas que reconozcan formatos para software libre como .ogg, no Quick Time, no Flash, no Java Script.
“Ningún programa privativo merece tu confianza, es informática para imbéciles”,sentenció el iniciador del software libre y colaborativo, GNU y del movimiento a favor de la compartición de códigos fuente y la creación independiente de programas.
Stallman se apoyó en ilustraciones sencillas para explicar los aspectos clave de su exposición, a saber: el software privativo –entiéndase los programas diseñados por corporativos para las plataformas de Microsoft, Apple y Android– controla al usuario, ya que no le permite conocer su ingeniería ni hacer alteraciones sobre el código; los corporativos integran programas malévolos capaces de espiar y obtener información sin consentimiento del usuario; el software libre lo es, no por gratuito, sino porque, en esencia, no comete los abusos de las grandes compañías, por el contrario, otorga libertades al usuario.
Por lo anterior, dijo, las universidades deben participar en la promoción del software libre como herramienta que incentiva la creatividad a través del desarrollo y la modificación de código fuente, y enseña desde la libertad. “Enseñar un programa privativo es enseñar dependencia”, dijo.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 1 de diciembre de 2015
Texto: Omar Magaña
Fotografía: Oscar Rivera Evans